Competencias de un docente innovador...

"La educación tiene una profunda naturaleza utópica
o de deseo de buscar algo mejor, permanentemente".
AGUSTÍN DE LA HERRÁN (2002)


La sociedad no sabe hacia dónde se dirige y cada día su control escapa de la mano del hombre. Ante esta situación, la única esperanza, según cuentan los futuristas está en planificar la utopía y dirigirse hacia ella con tenacidad. La planificación utópica es una actividad permanente de la sociedad, dado que la utopía se modifica cuando se consigue. Más bien, cuando estamos a punto de alcanzarla, comprobamos que nuestra utopía se ha convertido en una realidad y que existe una nueva utopía. Lo que hoy es realizable, ayer era imposible, lo que hoy es ideal, mañana se hará, gracias a nuestro apoyo, insignificante, pero imponderable.

Los escenarios de la sociedad futura estarán sufriendo continuos cambios producidos por el ritmo acelerado de los nuevos descubrimientos. El cambio es la ley misma de la evolución, mientras que la crisis es su ruptura. La crisis se produce por no estar preparados para el cambio. Es un riesgo que tenemos todos si no nos ponemos al día con agilidad y eficiencia para afrontar el cambio.

Aprender durante toda la vida será un desafío del hombre del presente siglo. Mucha gente abandona el aprendizaje después de dejar la escuela, el instituto o universidad, posiblemente por los recuerdos desagradables que ha tenido. Un hombre o mujer en estas condiciones está a merced de los "expertos", sus pensamientos pueden ser dirigidos por las opiniones de las editoriales de periódicos, de las campañas de la televisión, por las opiniones de sus amigos.

"La Escuela ioeista" que propugna FRANCISCO MENCHÉN (2007) tiene como función principal preparar niños autónomos para vivir en la sociedad del futuro. Esta escuela no puede estar basada en la autoridad, sino en la creatividad. Será la escuela de la divergencia, que estará fundamentada en una pedagogía centrada en el desarrollo de la creatividad del niño. I maginación, O riginalidad y E xpresión serán los nuevos ingredientes que el maestro debe incorporar en su trabajo, según el Modelo IOE.

Impartir clase teniendo en cuenta las condiciones que requiere la estimulación de la creatividad no es ninguna comodidad y tiene sus riesgos, pero si queremos formar ciudadanos para convivir en la sociedad del futuro no tenemos más remedio que esforzarnos. En este caso, debemos olvidarnos de la figura del maestro que ordena, premia y castiga; así como la del alumno que obedece, ejecuta y sufre. La presencia de estas formas en el clima escolar supondrá que nunca se consiga la autonomía del niño. El auténtico maestro no es aquel que te presta sus alas, sino el que te ayuda a desplegar las tuyas.


Es urgente establecer nuevas competencias para el docente, de tal forma que le permita dar
respuestas a los problemas señalados. Para paliar esta situación propongo cinco nuevas funciones:
- La función de coach que consiste en poner al alumno en forma, tratando de desarrollar al
máximo todas sus capacidades;

- La función de arquitecto que trata de construir el futuro a partir de un programa que dé respuestas a las necesidades de una sociedad en cambio permanente;

- La función de promotor de la creatividad que servirá para influir en sus alumnos a desarrollar todo el potencial creativo que dispone en su interior,

- La función de constructor del conocimiento, con el objeto de ayudar al individuo a construir él mismo el conocimiento y evitar el aprendizaje mecánico, y finalmente,

- La función innovadora que se encargará de activar la creatividad.

¿Qué opinas de este paradigma?

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